Buscar en el blog

miércoles, 23 de julio de 2014

Llantos de comprensión

Desierto que espera agua
agua que busca sonrisas
Semillas de sonrisas
agua del desierto.

Llantos de superación madura
madurez de llantos comprendidos
comprensión de flores y helechos
laurisilva de suave caricia

sonrisa que cae en tierra yerma
flores que beben sonrisas
-yo?, una flor.
-tu bebes sonrisas?

Flores que nacen de lágrimas
semillas de comprensión
lágrimas que buscan germinar
las flores de tus sonrisas.

lunes, 7 de julio de 2014

Todo depende de mi atención.

- Voy a pasar unos testigos que confirmarán su sentencia de muerte, ya está todo dispuesto es un mero tramite, nos obligan a hacerlo, en cuanto acabemos accionaré el mecanismo que hará caer sobre usted la hoja que cercenará su cabeza del resto de su cuerpo, hoy acabarán su andanzas, es inevitable- dijo con tono solemne el guillotinador.
No se podía creer que estuviera en esa situación. Todo había sido cosa del destino, penso, inevitable era la palabra que había utilizado el verdugo. En su cara afloró de repente una media sonrisa. Entonces llamó a su verdugo.
-Por favor señor le reuego que me permita decirle algo antes que entren esas personas- rogó el reo.
-Me parece que es un poco tarde para hablar, de nada te servirá retrasar lo inevitable, nada de lo que digas servirá de nada- replico el verdugo con tono irónico.
-Acabo de recuperar la conciencia, no he podido hablar con nadie, no sé de qué se me acusa.-dijo el aguillotinado.
-Se te acusa de romper con los principios básicos de la verdad.
-Que verdad- replicó.
-Los principios básicos de utopía. Sentenció el verdugo.
-Eso es imposible, siempre me he sentido comprometido con esos principios, de hecho colaboré en su redacción, utopía era "mi utopía", decir que he roto con estos principios es decir que roto mis principios, los principios de mi verdad.-reflexionó el condenado.
El guillotinador entonces lo miró con condescendencia y mostró un sonrisa satisfecha.
Entonces el acusado lo entendió, entendió toda su vida en un instante, se vio de frente contra el fuego eterno de su propio destino y su autentica naturaleza original y con estas palabra se dirigió a su verdugo.
- Le ruego que me permita decir una última cosa. No hace falta que entren los testigos, todos confirmarán la que ya usted y yo sabemos, necesito unos minutos a solas para poder asumir lo inevitable como usted muy bien dijo, a continuación yo mismo accionaré el mecanismo.
Entre asombro y seriedad y tras una breve reflexión accedió a la petición. Dando una orden hizo desalojar la sala. En la sala vacía a excepción del verdugo, el condenado y la guillotina, reinaba un silencio de ultratumba.
-Te doy media hora exacta, transcurrido ese tiempo si no la accionas tú, lo haré yo. Dijo el verdugo con tono solemne y fue a un rincón de la sala y permaneció allí sentado en silencio entrando en una especie de trance.
Con una sonrisa serena el reo empezó a rememorar todos esos momentos que había constituido una vida feliz y dichosa. Abrazos, besos, desplantes, descubrimientos, amores, amigos, separaciones, movimientos y muertes. Todo eso que forma una vida y en la cual cada una poco a poco se va descubriendo a sí mismo y va conociendo lo bueno y lo malo y se da cuenta que no hay nada bueno ni malo para siempre, hasta que por un azar o por una falta de atención empezamos a olvidarnos de quién somos, nos olvidamos de nosotros mismos de lo bello y eterno y como dijo su verdugo nos olvidamos de nuestra verdad. Al final que somos sino una luz en movimiento perpetuo que cambia de forma a cada paso.
En ese momento la luz emanó de él y se extendió por toda la sala.
El guardia al verle se levantó de repente, dándose cuenta que en ese instante el reo había accionado el mecanismo y la hoja empezaba a bajar a toda velocidad.

El palacio de la Paz y la Felicidad está donde mi ser está.

Todos tenemos uno, caminamos hacia el, algunos cogemos caminos equivocados, otro, piensan que el camino es demasiado duro, se desvían, no es su momento.
Aún así,  todos sabemos donde está nuestro palacio de la Paz y la Felicidad.

Me encanta

Me encanta que te vayas sin irte
me encanta que vuelvas, vuelvas.

martes, 1 de julio de 2014

Infinita tristeza

Demasiado silencio en el viento
demasiado silencio en las flores
lagartos que se pasean, ahora, sin temor
cubo de agua para siempre vacío

Demasiado silencio en el transcurrir de la vida
demasiado silencio en el retumbar de mi corazón
coches que pasan y no se oye nada
gente que se acerca a mi puerta y no ocurre nada

Demasiado silencio en mi
demasiado silencio en mi patio
infinita tristeza dentro de mi
despedida agria de un amigo sin fin.

Dani para doguito